Todo el mundo sabe que es esencial dedicar tiempo suficiente al descanso para recuperar la energía que necesitamos y que nuestro cerebro se mantenga sano para afrontar las actividades del día a día. Sin embargo, nuestro estilo de vida acelerado, el abuso de bebidas estimulantes (café, té, bebidas energéticas….), las actividades sociales nocturnas, el exceso de luz y ruido, el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir… interfieren en la calidad de nuestro sueño provocando que durmamos menos y tengamos un sueño de peor calidad.
Por regla general, se considera que debemos dormir una media de 8 horas para que el cuerpo se recupere, el cerebro descanse las horas necesarias y podamos tener un buen estado de salud. Sin embargo, dado que a lo largo de nuestra vida tenemos diferentes necesidades fisiológicas y un gasto energético variable, el número de horas que necesitamos dormir cambia en función de la etapa vital de cada persona. Así, un bebé de 3 meses necesita dormir casi el doble de horas que una persona de 25 años. Lo que debemos tener en cuenta es que tanto dormir mucho como dormir poco tiene consecuencias negativas para nuestra salud.
¿Qué pasa si duermo poco?
Dormir menos horas de las necesarias en cada etapa de nuestra vida provocará problemas físicos y mentales en el desarrollo de las actividades diarias básicas. Algunas consecuencias de la falta de sueño son:
Disminuye la concentración
La falta de sueño provoca un deterioro de las funciones cognitivas que influyen en nuestra concentración, memoria, atención… y puede provocar despistes y errores con consecuencias fatales como accidentes laborales o de circulación.
Aumenta la posibilidad de sufrir enfermedades
La falta de sueño puede ser un desencadenante de hipertensión, problemas cardiovasculares, diabetes, bajada de las defensas, obesidad…. enfermedades que también se relacionan con un exceso de horas de sueño.
Provoca desequilibrios emocionales
Uno de los signos más evidentes que produce la falta de sueño se refleja en nuestro estado emocional: mal humor, irritabilidad, cansancio, fatiga… y puede derivar en problemas de salud más graves como la ansiedad y la depresión.
Si después de conocer las consecuencias que puede ocasionar no dormir las horas suficientes te estás preguntando cuántas horas es recomendable dormir para evitarlas ¡sigue leyendo!
¿Cuántas horas hay que dormir como mínimo?
Aunque cada persona es un mundo y no todos necesitamos el mismo tiempo, la edad es un factor clave a la hora de determinar las horas necesarias para un descanso adecuado. Es importante regular nuestras horas de sueño desde que somos pequeños, crear una rutina de descanso saludable e ir adaptándola a medida que vamos creciendo.
Además de la edad, existen otro tipo de factores que hacen que unas personas necesiten más o menos horas de descanso que otras: su condición física, su actividad diaria, su estilo de vida, su salud y su calidad del sueño…
¿Cuántas horas necesitan dormir los niños?
A medida que vamos creciendo el tiempo de sueño necesario se va reduciendo, pero es importante tener en cuenta que el descanso juega un papel fundamental en las habilidades de aprendizaje y memoria durante las fases de desarrollo del cerebro.
Bebés hasta los 3 meses: Desde que nacen hasta que cumplen los 3 meses de edad, lo ideal es que los bebés duerman entre 14 y 17 horas diarias.
Bebés entre 4 y 11 meses: Lo ideal es que duerman entre 12 y 15 horas diarias, no superando las 17 horas.
Niños de 1 a 2 años: El número de horas de sueño para un niño entre 1 y 2 años se reduce a una media de 11 a 14 horas y no es aconsejable que sean menos de 9 o más de 15.
Niños de 3 a 5 años: En este rango de edad, lo recomendable es que duerman entre 10 y 13 horas diarias.
Niños de 6 a 13 años: A partir de los los 6 años el número de horas aconsejables de descanso es entre 9 y 11 horas diarias.
¿Cuántas horas deben dormir adolescentes y jóvenes?
Adolescentes entre 14 y 17 años: A partir de los 14 años las necesidades de sueño en vez de disminuir, aumentan hasta las 10 horas. Esto se debe a que los adolescentes tienen un gasto energético mayor, su cerebro está sometido a muchos cambios por una mayor actividad hormonal y en algunos casos, tienen más problemas para conciliar el sueño y acaban generando el mal hábito de acostarse tarde.
Jóvenes entre 18 y 25 años: A partir de los 18 las horas necesarias para un sueño reparador están entre 7 y 9 horas y nunca deben ser menos de 6 ni más de 10.
¿Cuántas horas necesitan dormir los adultos?
Adultos entre 26 y 64 años: al igual que en el caso anterior, lo ideal para los adultos entre 25 y 64 años es dormir una media entre 7 y 9 horas.
Personas mayores de 65 años: las personas mayores de 65 años es recomendable que duerman entre 7 y 8 horas (incluidas siestas) aunque es probable que vean reducida su calidad de sueño por interrupciones nocturnas para, por ejemplo, ir al baño.
Ahora que ya sabes cuántas horas debes dormir para tener un sueño reparador y de calidad cada noche, recuerda que debes contar con un colchón que te proporcione las mejores prestaciones de descanso. Con Oniria te aseguras un sueño confortable y revitalizador cada noche, así que elige entre Essential o Advanced y empieza a disfrutar de un descanso de alto rendimiento.