Dormir tapado hasta el cuello, con la ventana abierta, aire acondicionado, ventilador, calefacción… ¿Cuál es la temperatura ideal para dormir? Aunque es una decisión muy personal, es indiscutible que mantener la habitación a una temperatura estable y agradable es esencial para conseguir un descanso más placentero y reparador.
La sensación de frío o de calor hace que demos vueltas en la cama, impidiendo que nuestro cuerpo se relaje. Aunque la temperatura óptima para dormir varía de una persona a otra en función de la edad, el sexo y las condiciones físicas de cada uno, podemos definir rangos de temperatura según la estación del año.
Elegir la temperatura ideal para dormir
Mientras que la temperatura ideal para el resto de las estancias de la casa está entre 21 y 24 ºC, la del dormitorio debe ser entre 2 y 3 grados más baja. Esto es debido a que al nuestro cuerpo reduce su actividad cuando dormimos y por lo tanto, no libera tanto calor.
Por lo general, la temperatura óptima del dormitorio para dormir bien debe ser entre 18 y 22 ºC para los adultos y dos grados más en el caso de los bebés. Temperaturas por encima o por debajo de este rango provocarán mircodespertares o molestas interrupciones en el sueño que dificultan un descanso de calidad.
Es importante tener en cuenta la temperatura corporal de cada uno, en la que influyen los ritmos circadianos que siguen un ciclo de 24 horas. Según estos ciclos, la temperatura del cuerpo desciende a medida que anochece y alcanza su nivel mínimo a las 3 de la mañana.
La temperatura perfecta para dormir varía ligeramente en función de la estación del año. El cuerpo inicia diferentes mecanismos de autorregulación de la temperatura en función de si pasa calor o frío.
Mejor temperatura para dormir en invierno
En los meses más fríos es habitual que nuestros hogares estén a temperatura altas a consecuencia de la concentración de calor por el uso calefacción o estufas. La temperatura idónea para dormir en invierno debe estar entre 18 y 21 ºC.
Debemos tener en cuenta que aunque contemos con sistemas de climatización que nos ayudan a regular la temperatura, no es aconsejable mantenerlos encendidos durante la noche para evitar exceso de calor y minimizar el gasto energético. Para regular la temperatura sin usar la calefacción, los complementos y ropa de cama son elementos clave que nos ayudan a conseguirlo.
¿Qué hacer para dormir bien en invierno?
Te proponemos algunas soluciones que te ayudarán a alcanzar la temperatura ideal para dormir en las noches de invierno más frías:
- Aclimata la habitación minutos antes de dormir.
- Date una ducha caliente antes de meterte en cama.
- Cena comida y bebidas calientes.
- Usa ropa de cama adecuada y en capas para poder taparte o destaparte en función de tu sensación de frío o calor a lo largo de la noche.
- Ventila la habitación durante al menos 10 minutos cada día para evitar la acumulación de humedad y la condensación.
Temperatura ideal para dormir en verano
La temperatura óptima para dormir en verano es de 21 a 22 ºC. Mientras que en invierno es más fácil combatir las bajas temperaturas con ropa de cama adecuada, sobrellevar las altas temperaturas en verano es más difícil si no contamos con un sistema de climatización en nuestro dormitorio. Sin embargo, aunque contemos con aire acondicionado en nuestro hogar, no es recomendable dejar el aire encendido durante toda la noche para evitar cambios bruscos de temperatura que puedan provocarnos un resfriado y además, suponen un gasto energético excesivo. Lo ideal es que su núcleo, sea de viscoelástica, de viscografeno o de látex, tenga numerosos orificios para permitir la circulación del aire. Además, si la almohada es de relleno, que sea de fibra hueca de calidad, para evitar la humedad.
¿Qué hacer para dormir bien en verano?
Algunos trucos que puedes llevar a cabo para dormir bien en las noches de verano más calurosas son:
- Ventila la habitación momentos antes de acostarte para renovar el aire y refrescar el ambiente.
- Toma una ducha tibia antes de meterte en cama. Recuerda que no debe ser muy fría ya que si no, el cuerpo se verá obligado a gastar más energía para recuperar su temperatura corporal y provocará el efecto contrario.
- Humedece puntos clave del cuerpo como cuello, muñecas, codos y tobillos para que la sensación de frescor se reparta por todo el cuerpo.
- Hidrátate y deja un vaso de agua cerca de la cama para beber durante la noche.
La importancia del colchón y su efecto sobre la temperatura corporal
El colchón tiene un papel esencial a la hora de conseguir una temperatura óptima para dormir. Su composición debe contar con materiales transpirables, como los colchones que tienen viscografeno, que gracias a sus propiedades conductoras, mantienen la temperatura ideal mientas duermes. También influyen en este factor, otros componentes microperforados como el látex o espumas de HR que permiten el paso del aire entre sus capas.
Lo mismo ocurre con la almohada, ya que la cabeza es una parte del cuerpo que libera mucho calor. Lo ideal es que su núcleo, sea de viscoelástica, de viscografeno o de látex, tenga numerosos orificios para permitir la circulación del aire. Asimismo, si la almohada es de relleno, que sea de fibra hueca de calidad, para evitar la humedad.
Otros factores que influyen en la temperatura al dormir son la ropa de cama: sábanas, fundas de almohada, edredones, nórdicos, mantas… y los pijamas o prendas de dormir. Son accesorios que están en contacto con nuestro cuerpo y cuya composición puede facilitar o dificultar una correcta transpiración y que se alcance la temperatura ideal para dormir.
Dormir acompañados también influye en la temperatura durante el descanso, ya que al compartir cama es más difícil alcanzar la temperatura individual ideal debido a los movimientos y la temperatura corporal de nuestro acompañante, sobre todo cuando vuestras preferencias en la temperatura son justo las contrarias: calurosos frente a frioleros. Combatir esta circunstancia, puede resultar complejo, pero se pueden tener en cuenta las zonas más frías o caldeadas del dormitorio para orientar la cama donde más convenga, cambiar de lado… ¡o cambiar de pareja! Es broma, seguro que llegáis a un acuerdo.
Conclusión:
Seas friolero o caluroso es esencial encontrar una temperatura ideal para dormir bien cada noche. Conseguirlo puede resultar difícil según las circunstancias personales, físicas o ambientales de cada uno. Pero, puedes empezar eligiendo un colchón viscoelástico como los colchones Oniria que mantienen la temperatura perfecta para dormir durante todo el año. Sin peleas.